El próximo martes, 16 de enero , la Galería Kreisler inaugura el nuevo año con la segunda exposición individual de la escultora Carmen Otero.
La artista nos propone, esta vez, reconocer lo fragmentario en nuestra percepción del mundo y hace suya una de las frases de la psicología de la Gestalt: «La suma de las partes es más que el todo».
La exposición “Reconstrucciones” tiene como tema principal la cabeza, ya presente en sus anteriores trabajos. En esta ocasión, parte de las cabezas casco de la serie Viento que sufrirán un proceso de metamorfosis, generando un módulo más sencillo (con forma de ovoide truncado) y que será el hilo conductor a lo largo de toda la obra.
El proyecto plástico esta compuesto por collages, esculturas y pinturas.
La serie Collages se articula en 30 piezas realizadas en papel, muy coloristas, y que son los estudios previos (diseños), para la realización de las esculturas.
Las esculturas Reconstrucciones están realizadas, cada una, en una madera diferente (iroko, tilo, roble, cedro, etc…). Toda la exposición gira entorno a este material tan tradicional y versátil en todas sus variantes.
Construido el módulo (ovoide truncado) se secciona en diferentes fragmentos que son manipulados y policromados para volver a ensamblarse y crear una nueva forma, con personalidad propia. Con un nuevo orden.
En este proceso de reconstrucción la primitiva forma no se pierde, permanece latente como un recuerdo. El desarrollo de este trabajo ha generado nuevas e infinitas perspectivas de diálogo con la materia a través del fragmento .
Todas las obras tienen como denominador común una geometría espontánea que nace de un juego intuitivo, un ritmo potenciado por el color, una textura cálida propia de la madera y una asimetría organizativa en equilibrio.
Por último, hablar de las seis pinturas que conforman la serie Deconstrucciones. Se trata de unas pinturas muy sencillas en la búsqueda de lo esencial y que completan y complementan el trabajo escultórico. Los fragmentos de color tratan de sobrepasar los límites impuestos por la forma ovoidal presente en toda la exposición.
Las tres series de collages, esculturas y pinturas componen un conjunto armónico realizado expresamente para esta exposición, donde las artes se integran a la perfección mediante un juego modular y el fragmento adquiere vital importancia.