En los pueblos de las regiones árticas las distancias se miden en sueños o Sinik. Es decir, pernoctaciones que dura un viaje. Esta imprecisa dimensión lírica de tiempo y espacio llevaría a la artista Cristina Gamón a pintar en la cubierta de un velero bergantín, bajo el Sol de Media Noche, durante un viaje expedicionario por el Polo Norte en junio de 2014.

Gamón presentará por primera vez la pieza Sinik, pintada durante su viaje, junto con el conjunto de su obra reciente (realizada ex profeso), en su próxima exposición individual Colores Fronterizos del 9 de marzo al 11 de abril en la Galería Kreisler de Madrid.

La muestra está inspirada en la Teoría de los Colores de W. Von Goethe, donde se describe como los colores surgen de la frontera entre luz y oscuridad –unión de la polaridad entre luz divina y tinieblas– llamados por el autor, colores fronterizos. Fronterizos como son los límites entre la vigilia y el sueño, la razón y el sentimiento o la línea imaginaria que separa el Polo Norte Geográfico.

Pinturas abstractas sobre metacrilato en grande y medio formato con las que la artista apela a la capacidad emocional del espectador, a través de la espiritualidad del color, para sobrepasar nuestras fronteras más allá de los límites de la imaginación.